miércoles, 18 de mayo de 2011

Vagón del subte

9:53 pm.
'Tengo que llegar. Por favor, que el subte llegue.' Pensaba Isabela Torres. Golpeaba su pie impacientemente contra el piso. Sus brazos estaban cruzados y su cabeza giraba de un lado para el otro, mirando en varias direcciones. El subte se acercó, las puertas se abrieron y ella entró. Había tres asientos libres en frente de ella. Se sentó en el segundo contando de derecha a izquierda, entremedio de un caño de metal y un hombre que Isabela pensó que tenía unos cuarenta y cinco años.
El vehículo hizo sonar la alarma que anticipa que las puertas se cierren. Dos segundos después, las puertas se estaban cerrando. El subte avanzó dentro de un túnel negro y oscuro, en el cual, solo iluminado cada un par de metros por tubos incandescentes. Faltaban 5 estaciones para que Isabela tenga que bajarse en la estación correspondiente. Su pié izquierdo marcaba un ritmo incesante contra el piso del vagón. Sus dedos se agitaban en su regazo y su cabeza y sus ojos cambiaban de dirección continuamente.

10:12 pm
El subte se detuvo con una sacudida intensa. Las luces del vagón titilaron y luego se apagaron. Un calor recorrió todo el cuerpo de la joven. 'Ya es hora.' Pensó. Se levantó de su asiento, siguiendo muy bien su papel.
-¿Qué habrá pasado?- preguntó. Un hombre de la fila de en frente le contestó. -Debe ser un desperfecto de la máquina. El asistente del conductor nos va a informar seguramente.
En ese momento un joven atravesó una puerta que conectaba dos vagones. Al verlo, la Isabela sonrió en señal de bienvenida, lo que fue notado por el hombre que se había sentado con la joven, quien entonces se paró y exclamó.
-¡Los quiero a todos en el suelo! Tengo una bomba en mi camisa. ¡LOS QUIERO A TODOS IMPLORANDO POR SUS VIDAS!- Una ola de terror invadió el vagón. Todos se tiraron al piso como el había dicho. Isabela lloraba, lo que llamó la atención del terrorista. -Vos, busca al conductor. Si no está en tres minutos en frente mio haciendo lo que yo le digo, hago explotar la bomba ¡¿ME ESCUCHASTE?!-
-Si.- Contestó con un sollozo ahogado en su garganta. Antes de que ella pudiera avanzar, el terrorista continúa hablando.- Vos. El que entró por la puerta lateral ¡Con ella!- y los dos salieron corriendo hacia el vagón del conductor.
Pero cuando estaban en el último vagón, que se encontraba vacío, treparon hasta el techo del vehículo y salieron por la salida de emergencia, de ahí siguieron corriendo hasta que estuvieron lo suficientemente lejos del subte.

10:17 pm.
Sé escuchó una explosión y al darse vuelta, efectivamente comprobaron la destrucción total del móvil. Se detuvieron y se sonrieron el uno al otro.
Misión Cumplida.

0 comentarios :

Publicar un comentario