Es increíble lo que genera una sonrisa desconocida.
Desconocida porque no se conoce la causa, pero se sabe que es genuina.
Desconocida porque no se conoce a la persona que la trasmite.
Desconocida porque nunca se había visto, y probablemente nunca se vuelva a ver.
Desconocida porque nos alegra en el instante y no sabemos bien porqué.
Desconocida porque probablemente no volvamos a recordarla.
Pero podemos conocer lo que esta sonrisa nos genera cuando la descubrimos.
Vemos en ella nuestra felicidad de tiempos anteriores.
Vemos en las comisuras...