jueves, 23 de mayo de 2013

La escultura

La idea golpeó mi mente como un rayo.  Faltaban sólo tres meses.  Estaba en el taller, trabajando para una empresa poco representativa de mi arte, insultando mi creatividad. Apresuré los trazos del cuadro para poder comenzar con el proyecto.  La idea comenzaba a ganar terreno en mi mente y pronto tuve que abandonar el cuadro en el que estaba trabajando. En un cuaderno de bocetos, dibujé la futura obra con trazos de carbón, completamente acelerados, desesperados por salir de mi mente y plasmarse en algún lugar. La figura obtenida...