Las puertas del colectivo se abren mientras termina de frenar. Yo bajo y veo que a mi izquierda una mujer rubia, un poco mas baja que yo, intentar subir al colectivo pero interrumpirse en el proceso, para correr delante mío y agarrar a un niño de unos 3 o 4 años con remera rayada celeste y negra, que estaba llorando. Lo toma en brazos y vuelve a subir al colectivo.
Por algún motivo, esa escena me impresionó sin motivo aparente. Me dirigí hacia mi casa y me dispuse a hacer lo mismo de siempre. Un rato más tarde, en la tele se oyó:
"ULTIMO...